Dia del Abogado.

Hoy 29 de agosto se conmemora el día del Abogado, fecha fijada en la presidencia de Arturo Frondizi, por ser esta la fecha de nacimiento de Juan Bautista Alberdi, considerado uno de los pensadores más importantes del siglo XIX, este abogado fue parte de la «Generación del 37», un grupo de jóvenes intelectuales -entre los que también estaban Domingo Faustino Sarmiento, Juan María Gutiérrez y Esteban Echeverría, entre otros- que se consideraban «hijos» de la Revolución de Mayo y opositores al gobierno de Juan Manuel de Rosas.

Tengo la fortuna de trabajar junto a mis padres, los Dres. Horacio Roger Auad y Martha Lucía Graf, ambos abogados con más de 50 años de trayectoria, que aún hoy continúan ejerciendo con el mismo entusiasmo y pasión esta noble profesión, que permite defender los derechos que se nos ha confiado y bregar por conseguir aquél ansiado objetivo fijado en nuestro Preámbulo: “afianzar la justicia”.

Por este motivo, aprovecho este día para brindar, por medio de la presente, mi reconocimiento y agradecimiento a mis padres, quienes pregonando desde el ejemplo, me enseñaron a comprometerme con el ejercicio de la profesión y a conservar la perseverancia que debe tener todo aquél que tiene bajo su responsabilidad defender asuntos en los que está en juego, la propiedad, el honor, la libertad o la vida de una persona y sobre todo, a perseguir, desde la función que nos toca, la verdad y la justicia en todo momento.

Por último, a continuación, trascribo los preceptos que nos legó Juan Bautista Alberdi, y que día a día inspiran a tantos abogados:

-El derecho de mil no pesa más que el de uno solo en la balanza de la justicia.

– La paz, como la libertad, como la autoridad, como la ley y toda la institución humana, vive en el hombre y no en los textos escritos.

– La reforma de un banco de estado es imposible. No hay más que un medio que de reformarlo: es suprimirlo.

– La planta de la civilización no se propaga de semilla. Es como la viña: prende de gajo.

– Un hombre laborioso es el catecismo más edificante.

– Si queremos ser libres, seamos antes dignos de serlo. La libertad no brota de un sablazo. Es parto lento de la civilización.

– Para reglar la libertad no es menester disminuir, ni alterar la libertad, al contrario, disminuirla es desarreglar su ejercicio.

– La libertad de la patria no es la libertad del individuo… puede ser libre la patria y no serlo el individuo, que es miembro de esa patria.

– El principal medio de afianzar el respeto de la Constitución, es evitar en todo lo posible sus reformas.

– Conservar la Constitución es el secreto de tener Constitución.

– Las personas que esperan su felicidad de la mano de los Gobiernos, esperan una cosa que es contraria a la naturaleza.

– La riqueza de las naciones es obra de las naciones, no de sus Gobiernos.

– No hay peor agricultor, peor comerciante, peor fabricante que el Gobierno.

– Gobernar poco, intervenir lo menos, dejar hacer lo más, no hacer sentir la autoridad, es el mejor medio para hacer estimable la ley.

– La ley escrita, para ser sabia, ha de ser expresión fiel de la ley natural.

– La ley no debe tener otras miras que las de la Constitución. La Constitución designa el fin, la ley construye el medio.

– La guerra no puede tener más que un fundamento legítimo, y es el derecho a defender la propia existencia.

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